Más de 90 años de trayectoria como elaboradores de cavas de limitada producción artesana avalan a Mestres. Además, las segundas fermentaciones en botella se realizan mayoritariamente con vinos criados en barricas de castaño y con el tradicional tapón de corcho natural siguiendo una tradición ancestral. La 29 generación de la familia Mestres siguen con la labor iniciada hace más de siete siglos. La paciencia y el tiempo son los dos atributos que inspiran los cavas de larguísimas crianzas de Mestres, unos productos con vocación de regar las creaciones gastronómicas de la mejor restauración.

Desde estas cavas situadas en el corazón de la Capital del Cava, Sant Sadurní d’Anoia, se apuesta decididamente por las variedades autóctonas blancas tradicionales del Penedès. Sus viejas viñas fueron plantadas hace entre 40 y 80 años. La cosecha, siempre de rendimientos bajos, es manual y en cajas para preservar al máximo la calidad de la uva. En los cavas de longeva crianza se realizan removidos para favorecer el proceso de autolisis de las levaduras, consiguiendo una mejora de la estructura y complejidad de sus vinos de Cava.

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