Los lomos del Bonito del Norte Yurrita se caracterizan por su exquisito sabor y su textura suave tras el proceso de elaboración artesanal en la primitiva fábrica de conservas Yurrita “Casa Mauleón”, una de las más antiguas del País Vasco.

Su Bonito del Norte, procede del Golfo de Vizcaya durante la Costera del Bonito, capturado respetando las artes de pesca tradicionales, respetando las Reservas Marinas y la gestión pesquera sostenible. Tras una selección cuidadosa del Bonito, se procede a su cocción y finalmente se envasa en lomos enteros cubiertos de un excelente aceite de oliva.

Fundada en 1867, la empresa familiar Yurrita es la conservera más antigua del País Vasco, ubicada en Mutriku. Cuenta con una tupida red de clientes en más de 60 países por todo el mundo. Además, de su Bonito del Norte, podemos encontrar en boutique online, Anchoas y Boquerones del Cantábrico, además de otros productos gourmet.

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Conservas Zallo fue fundada en el año 1926 por Atanasio Zallo. Desde entonces, la empresa se ha dedicado a la elaboración artesanal de conservas y semiconservas de pescado, en especial Bonito del Norte, Anchoa del Cantábrico y Atún Claro.

A lo largo del último siglo, la empresa ha ido adquiriendo experiencia y saber hacer sin olvidar las formas y usos más artesanales. Esta adaptación a los nuevos mercados y costumbres se ve reflejada en la fidelidad y confianza de sus clientes, que valoran la manera artesanal de producción y la innovación en instalaciones, volumen productivo, responsabilidad medioambiental y sobre todo los nuevos estándares de calidad que han sido adoptados en la organización.

Además, impulsa el diseño y lanzamiento de nuevos e innovadores productos saludables, haciendo un gran esfuerzo en el desarrollo de líquidos de cobertura con un alto valor añadido.

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Aunque el Bonito del Norte vive durante el invierno en las aguas próximas a las Azores, se desplaza a finales de primavera al mar Cantábrico y es durante el verano cuando se captura en el Golfo de Vizcaya mediante la modalidad de pesca con caña y anzuelo. Es una modalidad de pesca sostenible ya que no implica capturas accidentales de otras especies ni deteriora el fondo marino. De hecho, una parte importante de la flota de Conservas El Capricho pesquera ya se encuentra certificada en el reconocido estándar MSC (Marine Stewardship Council) de pesca sostenible.

Conservas El Capricho trabaja exclusivamente con Bonito del Norte Fresco capturado en los meses de julio y agosto que se elabora y envasa en el mismo momento de su recepción por las mismas manos artesanas que elaboran sus anchoas; ni congelan ni elaboran a partir de producto congelado.

El Bonito del Norte destaca por sus propiedades nutritivas, siendo, entre otras cualidades, rico en ácido linoleico y Omega 3, que ayudan a reducir el nivel de colesterol.

Dentro de su gama de Bonito, además del tronco en aceite de girasol, disponen de una variedad de tronco “al natural”, cocido y envasado sin aceite, solo en su propio jugo, ideal para algunas dietas debido a su bajo contenido en grasa y alto contenido proteico. Tampoco se deben olvidar su exquisitas y jugosas “láminas de bonito” así como de su ventresca, de producción más limitada.

A partir de este próximo verano la gama de formatos de Bonito del Norte se renueva y estrenan la nueva imagen corporativa de la empresa que ya viste a las anchoas, así como nuevos formatos de latas que están deseando poder enseñar a sus clientes.

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Es concretamente la villa de tradición marinera de Santoña que destaca por ser el reino de las anchoas, y porque es el lugar de donde sobresalen los artesanos de Conservas El Capricho, en pie desde el 1991 en la labor artesanal de anchoa y bonito del norte fresco de máxima calidad.

Ni más ni menos que un cuarto de siglo es lo que lleva a sus espaldas la firma conservera El Capricho, y su historia es, sencillamente, la historia de un capricho, de un antojo, de unas personas que quisieron volver atrás en el tiempo y recuperar la sabiduría, casi olvidada, de una tradición que había quedado sepultada por años de mal entendido progreso.

Los productos de la marca santoñesa son inigualables, y como ellos mismos dicen, el secreto de su éxito es que no tienen precisamente ningún secreto. Simplemente cumplen sus objetivos de calidad y excelencia de tantos años, llevando a cabo todo el proceso en sus instalaciones, y todo con el máximo mimo artesanal de la materia prima proviniente de la pesca de cada día. De hecho, solo utilizan bocarte “Engraulis Encrasicolus” capturado en el mar Cantábrico en el caladero sostenible regulado por la Unión Europea, y siempre cuidando el ecosistema marino.

La pesca es curada en bodega durante al menos 12 meses para posteriormente ser fileteada de manera tradicional y artesana con los mismos estándares de color, sabor, tersura y punto de sal que han hecho a esta marca un fijo en los lineales de El Club del Gourmet de El Corte Inglés durante más de 20 años. Y es que la firma solo realiza una calidad de anchoa: la mejor.

Su exitosa trayectoria ha llevado a Conservas El Capricho a conmemorar ahora su 25º aniversario renovando su imagen corporativa junto con el lanzamiento de 2 nuevos modelos de envases, en los que se rescatan los colores negro y dorado característicos de la marca. Asimismo, con la reinvención del escudo de la familia Iglesias De La Riva, el rediseño se adapta a los nuevos tiempos pero sin perder un ápice de su elegancia.

Además, junto a estos nuevos modelos, la firma incorpora un aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina de la prestigiosa compañía oleícola jiennense Castillo de Canena.

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