En el mundo existen unas 200 especies de trufonos, y en Europa se han podido identificar 30 diferentes del género ‘Tuber’,  aunque sólo 10 de ellas son comestibles. De todas estas especies, en Cataluña hay dos de las tres más preciadas: la trufa negra de invierno (tuber melanosporum) y la trufa negra de verano (tuber aestivum).

Tuber melanosporum

Es muy apreciada en la gastronomía por su aroma y es de gran valor económico. Se trata de un hongo que se encuentra bajo el suelo (hipogeo) y que posee un aspecto exterior oscuro tirando a negro, de superficie verrugosa.

Se recolecta en el invierno, utilizándose perros especialmente adiestrados en su olfato y el denominado machete trufero.

Además, se pueden emplear en la cocina crudas o cocidas, cortadas en láminas, en rodajas o en dados. Suelen emplearse en la elaboración de salsas, para acompañar carnes, pasta; en la elaboración de ensaladas, en la elaboración de embutidos y foie gras.

Tuber aestivum

Su época de recolección se extiende desde mayo hasta julio, alargándose la temporada si las condiciones son las adecuadas.

Hablamos de una trufa de aroma profundo y sabor suave. Se puede utilizar cruda o cocinada.

La Trufa de verano crece en las raíces de varios árboles y tiene un color oscuro por fuera y  crema en su interior. Su recolección se hace entre los meses de abril y agosto, consiguiendo una maduración óptima durante los meses de junio y julio.

Carol Truffles

Amantes del bosque y abiertos al mundo, Carol Tòfones ha avanzado con los pies en el suelo y con paso firme. Trabajan para mantener viva la tradición de buscadores de trufas, en la comarca catalana de Osona.

Su condición de recolectores les implica estar siempre atentos a los cambios del mundo del buscador de trufas, siguiendo los ciclos de la naturaleza. Venden las trufas que cosechan, del recolector al consumidor, con la máxima garantía de autenticidad. Les avalan sus clientes y los cocineros más prestigiosos de la zona fieles consumidores de sus productos.

Los productos de Carol Tòfones son frescos y de temporada, rigurosamente elegidos y escogidos para los paladares más exigentes.

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Carol Tòfones es una familia, José María, María y Nuria. Todo empezó hace … años, cuando pocos sabían que Osona era país de trufas.

José María, trufero de pro, fue uno de los pioneros en el viejo oficio de la recolección. Miembro fundador de la Associació de Tofonaires d’Osona, fue un firme defensor de la regulación de la actividad, de la lucha contra los furtivos y las buenas prácticas recolectoras. María ha aportado sensibilidad, buen gusto y espíritu comercial. Ella ha dado forma a la parada del mercado de Vic y el nuevo catálogo de productos que presentan. Nuria es la savia nueva, el relevo generacional, el futuro.

Amantes del bosque y abiertos al mundo, avanzaron con los pies en el suelo y con paso firme. Trabajan para mantener viva la tradición del buscador de trufas de Osona. Son y serán recolectores, y estarán siempre atentos a los cambios del mundo del buscador de trufas.

Buscan cerca, mirando lejos. Siguen los ciclos de la naturaleza. Venden las trufas que cosechan, del recolector al consumidor, con la máxima garantía de autenticidad.

Los avalan los clientes y los amigos de la trufa que les son fieles. Los avalan los cocineros más prestigiosos de Osona a quien sirven las trufas.

Venden productos frescos y de temporada, rigurosamente elegidos y escogidos. Venden trufa en todos sus estados y los productos más exquisitos durante todo el año. Además, trabajan en cooperación con productores de Osona (queseros, charcuteros…) para desarrollar productos con trufa aptos para los paladares más exigentes.

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