En el 1979 creó su primera fragancia, Alada, para la casa Myrurgia y fue en 1985 cuando lo  nombraron miembro del consejo  de Myrurgia. Años seguidos lo nombraron vicepresidente del grupo. En el año 2007, debido a la desaparición de Myrurgia, Monegal se independizó y fue cuando creó su propia colección y consiguió llegar al usuario final como el único y auténtico autor. Fue en el 2009 cuando creó su propia firma y un espacio personal  después de haber dedicado 35 años de su vida a la industria de los perfumes.

Desde sus inicios demostró coraje, buen gusto y dominio de las materias más complicadas y costosas.

Su sensibilidad, meticulosidad y celo le permitió especializarse durante años en la búsqueda, selección, evaluación y adquisición de los mejores ingredientes naturales donde, además, se implicó en la idealización, diseño y en la comunicación. Ramón Monegal desarrolló el concepto de imagen olfativa, imágenes que evocamos con el olor de una fragancia. Este concepto, aún hoy en día, le sigue enriqueciendo y haciendo crecer.

Gran parte de la inspiración de Monegal proviene del  Mediterráneo, ya que le inspira los 5 sentidos , le transmite luz, color y olor y además, él lo considera como una energía generadora de identidad olfativa propia. Además del Mediterráneo, su inspiración proviene de la ciudad de Barcelona, considerada como sede histórica de perfumería en España así como un símbolo del diseño español. Gracias a esta ciudad es capaz de imaginarse mezclas de colores y crear fragancias.

A través de sus perfumes pretende que se recuperen memorias, experiencias así como momentos y lugares únicos. Esto es debido a que utiliza las esencias más nobles y delicadas del mundo las cuales le permiten transmitir sensaciones y emociones intemporales con pasión mediterránea.

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