LUXURY SPAIN

La increíble historia detrás de automóviles Hurtan

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21/09/2011

Cuando hace 65 años Juan Hurtado González nació en Abla (Almería) pocos podían imaginar que aquel niño acabaría convirtiéndose en el único fabricante de coches español. Ya desde pequeño, Juan demostró tener una inclinación innata por los automóviles. Sentía tal curiosidad y atracción por ellos que era capaz de pasar horas ante la puerta de un garaje. Desde niño tuvo claro que iba a ser carrocero.
En Granada, recién llegado de Barcelona, donde se formó como profesional en diversas empresas del sector (Seat, Pegaso…), su experiencia y currículo le iban a abrir muchas puertas. Sin embargo, la diferencia entre el salario que ganaba en Barcelona y el que conseguía trabajando para otros, le llevó a convencerse de que tenía que abrir su propio taller, cosa que no tardó en hacer, aunque los resultados no fueran del todo gratificantes. «Teníamos las mejores instalaciones de la provincia, pero apenas ganaba dinero para alimentar a mi familia», recuerda. Además, aquello de reparar abolladuras ya hacía tiempo que había dejado de resultarle atractivo. En su mente habitaba la idea de construir automóviles, sus propios automóviles. «Lo tenía tan claro que en un rincón de mi taller puse una lona en la que se leía: sección de prototipos». Aquel pequeño espacio permaneció mucho tiempo vacío, sin actividad.
Pero casi sin proponérselo Juan comenzó a aprovechar tiempos ociosos y jornadas festivas para desarrollar el que debía ser su primer coche: el Hurtan T1. Eran los primeros años noventa. «Lo tuve terminado en 1994 y, aunque antes ya había montado la réplica de un Austin Seven, aquel coche, al que llamamos T1, era, en realidad, el primer modelo de la marca Hurtan. Era una réplica de los descapotables que hacían los ingleses en los años cincuenta», explica.
Después del T1, con la implicación de la familia, van viendo la luz los siguientes modelos de la casa: T2 y T2+2. En 2002, y con un prototipo denominado Preserie-C, la compañía se hizo con la homologación técnica, patentes y registros internacionales de seguridad. Es el nacimiento oficial de Hurtan Desarrollos. Partiendo de la base mecánica del Renault Clio 1, del que sólo se aprovecharon motor, frenos, suspensión y dirección, Hurtan desarrolla el modelo Albaycín. «Tenemos dos versiones que comercializamos desde finales de 2004: un roadster dos plazas y un cabriolet con cuatro plazas y dos puertas». Como es tradicional, el montaje de los coches se hace sobre medidas individualizadas para cada cliente, «incluso pedimos a la persona que va a conducirlo que nos envíe las medidas de sus piernas. Así podemos calcular, de una manera bastante aproximada la distancia a dejar entre los pedales y el asiento», asegura Juan Hurtado.
Y es que los Hurtan son vehículos para caprichosos, para clientes que quieran un coche que suene a años cincuenta; que esté equipado con el mismo tapón de gasolina, llantas o manillas de los legendarios Morgan; que quieran pagar por los acabados más exclusivos… Son productos hechos para clientes exclusivos. «Cada año entregamos unas sesenta unidades» que viven en Alemania, Rusia, Dubai, Reino Unido, España… La última apuesta de la firma, el Hurtan Grand Albaycín, ya viaja a estos destinos.
Fuente | El País
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