La terapia se ha dado a conocer en un acto ante la prensa en la Academia de Cine de la mano de la actriz Lucía Jiménez, una de las primeras en probarlo. Como madrina del tratamiento de belleza de Germaine de Capuccini, Jiménez, ha desvelado que esta experiencia comienza con “una estimulación de los sentidos a través de aromas induciendo a un verdadero estado de relajación».

El ritual sublime creado por la firma, que tiene una duración de hasta 120 minutos, concede al rostro un acabado mágico a prueba de una noche de nervios y emociones a flor de piel. En palabras de la actriz, que fue nominada al Goya a la mejor actriz revelación en 1997 por «La buena vida» de David Trueba, supone «un viaje de sensaciones muy satisfactorio» y un «acierto de cara a la ceremonia».

La actriz Lucía Jiménez junto a Mª Ángeles Vidal, presidenta de Germaine de Capuccini, en la Academia de Cine.

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