Más de 90 años de trayectoria como elaboradores de cavas de limitada producción artesana avalan a Mestres. Además, las segundas fermentaciones en botella se realizan mayoritariamente con vinos criados en barricas de castaño y con el tradicional tapón de corcho natural siguiendo una tradición ancestral. La 29 generación de la familia Mestres siguen con la labor iniciada hace más de siete siglos. La paciencia y el tiempo son los dos atributos que inspiran los cavas de larguísimas crianzas de Mestres, unos productos con vocación de regar las creaciones gastronómicas de la mejor restauración.

Desde estas cavas situadas en el corazón de la Capital del Cava, Sant Sadurní d’Anoia, se apuesta decididamente por las variedades autóctonas blancas tradicionales del Penedès. Sus viejas viñas fueron plantadas hace entre 40 y 80 años. La cosecha, siempre de rendimientos bajos, es manual y en cajas para preservar al máximo la calidad de la uva. En los cavas de longeva crianza se realizan removidos para favorecer el proceso de autolisis de las levaduras, consiguiendo una mejora de la estructura y complejidad de sus vinos de Cava.

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Documentos fechados desde 1312 marcan la vinculación de la Familia Mestres con el mundo del vino y de la viña. Durante 28 generaciones han sabido conservar la tradición, respetando una filosofía de elaboración única, llevando el nombre de Mestres a la excelencia.

En 1925 fue cuando se decidió hacer una segunda fermentación al vino, tal y como lo hacían los franceses, y fue en 1928 cuando Josep Mestres Manobens ya destapó la primera botella de vino espumosos de la casa.

Su espíritu por la innovación y por la búsqueda de la perfección le llevó a crear en 1945 el primer cava sin añadir azúcar que llamó Coquet Visol, el primer Brut Nature y uno de los emblemas de la marca.

Pioneros también a la hora de emplear las barricas de madera para la primera fermentación de vino base, en la utilización de variedades autóctonas con viñas viejas de más de 50 años o crianzas de mínimo 18 meses para la elaboración de Reservas y Gran reservas.

Un espíritu innovador que generación tras generación ha llevado a Mestres a ser una empresa viva y actual que, fiel a la esencia de sus orígenes, es capaz de mirar adelante con nuevas propuestas y presidir las mejores mesas de país en los momentos más importantes.

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