Castillo de Canena apuesta por la reforestación autóctona

Castillo de Canena, situado en el rico entorno del Valle del Guadalquivir, sigue con su plan de reforestación que comenzó en 2012, con el objetivo de mejorar paisajísticamente sus predios y fomentar la propia biodiversidad vegetal de su campo de olivos.

Tras plantar cipreses y nogales, ahora es el turno de encinas. Al inicio de este proyecto se seleccionaron las cuatro encinas más corpulentas y vigorosas de la finca de Castillo de Canena y se recolectaron las mejores bellotas. Para este año ya se cuenta con más de 400 ejemplares.

Además de las encinas, se han plantado varios cientos de cipreses y alrededor de 300 nogales que poco a poco formarán un cinturón natural de árboles alrededor del campo de Castillo de Canena.

Con esta acción ambiental, se consigue aumentar la masa vegetal; la fijación de CO2 y gases contaminantes; infiltrar el agua al subsuelo; regular la temperatura atmosférica; crear un ecosistema en miniatura, donde los diferentes organismos y procesos ecológicos se relacionan entre sí.

Es importante destacar que durante las labores de reforestación se han respetados las plantas autóctonas previas como las retamas, esparto, alcaparrones, tomillos, etc. y que los huecos se han abierto en las zonas en donde prácticamente no existía material vegetal previo.