Del Llar, 18 años comiendo contigo

La inquietud empresarial, aderezada por el gusto por la buena mesa, fue la primera combinación de ingredientes que cocinaron en Del Llar a fuego lento. La receta no estaba aún escrita y el resultado fue lo que les hizo echar a andar. El primer plato fue lanzarse a abrir en Gijón la primera de sus tiendas de comidas en 1999.

Como objetivo principal se propusieron ofrecer a sus clientes los más variados y exquisitos platos. Y lo lograron. Son conscientes de la importancia que hoy en día se le da a una alimentación sana y natural y del tiempo justo y limitado con el que se cuenta para elaborar una dieta rica y saludable. Se proyectan en el mercado con un servicio innovador, ya que se encargan de que el cliente pueda disfrutar más de su tiempo libre, mientras ellos trabajan en el diseño de un sabroso y variado menú diario pensado para que él pueda disfrutarlo en su centro de trabajo.

La acogida del público superó con creces sus expectativas. Los gijoneses han confiado desde el principio en su trabajo para su alimentación diaria e incluso para fechas muy señaladas. Las primeras navidades agotaron todas sus existencias, recordando con cariño el empuje que supuso para todo el equipo este éxito, lo que les sorprendió y el aliento que les dio para seguir avanzando. El ritmo de crecimiento era tal que, en menos de dos años, abrieron su segunda tienda en Gijón. Cuatro años después el catering ya funcionaba a pleno rendimiento y tenían tres tiendas para atender a sus clientes.

Los valores que acompañan al trabajo del equipo Del Llar son la honestidad y la humildad, recompensado gratamente día a día por la fidelidad de sus clientes que confían en sus propuestas habituales y recurren a su servicio de catering para momentos familiares y profesionales únicos.

La inquietud que les hizo dar el primer paso ha ido creciendo en estos últimos años proporcionalmente a las necesidades de sus clientes, por ello sus productos son aptos para celiacos y por lo que un día se planteamos elaborar alta cocina en tarros de cristal. Después de muchas pruebas, controles y exámenes de calidad consiguieron dar con la fórmula exacta para que, con solo abrir un tarro de cristal, la comida esté lista para disfrutarla sin mermar lo más mínimo su calidad y valor nutritivo, ya que sus elaboraciones no llevan conservantes ni aditivos; trabajan con aceite de oliva virgen extra; es una línea de productos únicos, ya que la elaboración es totalmente tradicional, en ningún momento se utilizan técnicas mecanizadas; cuidan al detalle la materia prima, en su cocina emplean siempre productos naturales, sin colorantes, estabilizantes, conservantes o potenciadores.

La cocina Del Llar puede viajar contigo cuándo quieras y a dónde quieras, uno de los secretos de sus conservas es la técnica de esterilización que asegura la estabilidad del producto para que los clientes las puedan degustar en su punto óptimo.

Alcanzan la mayoría de edad con las mismas ganas que el primer día, dispuestos a seguir trabajando con humildad por y para satisfacer a sus clientes.