Fetén Clandestine Bar y Picos Pardos, dos espacios para disfrutar del Madrid más castizo este verano

¿Quién ha dicho que pasar el verano en la ciudad es aburrido? Solo hay que saber encontrar esos lugares perfectos para relajarnos y disfrutar de ellos, solos o en compañía. Dos de esos lugares se encuentran en el Bless Hotel Madrid. Dos espacios únicos donde disfrutar del verano más castizo en la capital española.

Como tributo a los after-works de los speakeasy neoyorquinos y al entretenimiento ochentero, el Fetén Clandestine Bar incorpora en su interior una bolera. Un espacio donde rendirse a pasarlo bien, bailar, compartir y disfrutar de una propuesta inigualable, con tapas diseñadas por Martín Berasategui y una cuidada selección de cócteles, que va desde los clásicos hasta lo más top del momento, y por supuesto el lugar perfecto, donde divertirse jugando una partida de bolos.

Diseñado por Lázaro Rosa-Violán y tomando al zorro como simbología, representación de la astucia y la clandestinidad, en Fetén Clandestine Bar el terciopelo de los sofás y la iluminación tenue se funden con las luces de neón y las dos barras de estilo cabaret, una promesa de inolvidables tardes que se prolongan hasta bien entrada la noche.

Pero si lo que se busca es obtener buenas vistas de Madrid al tiempo que uno se refresca en la piscina del acuciante calor, el sky lounge Picos Pardos, en la terraza del Bless Hotel Madrid, es el lugar perfecto. Un auténtico refugio desde el que contemplar las espectaculares vistas de la ciudad mientras disfrutas de un refrescante baño en la piscina esmeralda o tomas un delicioso cóctel sobre las camas balinesas aterciopeladas.

Un lugar donde evadirte del bullicio de la ciudad y disfrutar de una excelente carta de vinos, cócteles y bebidas Premium creadas por nuestros “Blessed bartenders”, además de una sorprendente y saludable carta creada por Martín Berasategui. Un menú elaborado con productos de gran calidad con toques orgánicos, cocina nikkei y recetas raw que se traducen en ceviches, carpaccios o tartares, entre otros, cocina fresca y vanguardista en un ambiente íntimo y cosmopolita.

Sentirás una conexión directa con la naturaleza a través de su estilo decorativo con tintes asiáticos, sofás aterciopelados en tonos tierra, vegetación y su piscina esmeralda. Un evocador nombre para un espacio seductor dónde vivir experiencias únicas desde la cima de la capital. Con lugares así, ¿quién quiere irse de la ciudad?