Justina de Liébana, una vuelta a los orígenes en el siglo XXI

Justina de Liébana es el proyecto personal de Isabel García, tercera generación de una familia orujera del Valle de Liébana que sigue elaborando el aguardiente de orujo de manera tradicional, pero que enfoca su producto al mundo gourmet y de la coctelería.

Justina era la abuela de Isabel, y a quien se rinde homenaje en una línea de productos innovadores con una imagen limpia y muy atractiva. Manteniendo la artesanía en la elaboración, ORULISA, la empresa de Isabel, ha creado una marca en la que conviven los licores que la empresa siempre ha comercializado, como el licor de miel, té o las deliciosas cremas de orujo o café, con los de producción ecológica, con materia prima certificada, totalmente innovadores en el mercado del destilado.

Gracias al trabajo con productores locales y agricultura sostenible, Justina de Liébana presenta un aguardiente de orujo y licores ecológicos reconocidos por el CRAE (Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica), unos espirituosos completamente naturales, libres de tóxicos, sin más aditivos que los que la naturaleza proporciona a la tierra en la que crecen las cepas.

Este desarrollo natural de la uva y su posterior destilación en alquitara, da como fruto un aguardiente de orujo limpio y cristalino, más suave que el habitual al tener menor graduación, y que constituye la base del licor de limón con el que elaborar un delicioso Caipirujo, el licor de arándano con el que obtenemos un fresco Justipolitan, o si somos valientes en el trago, un Justina Sunrise elaborado con el propio aguardiente.

Justina de Liébana es un proyecto personal en todos los sentidos: es el homenaje a una manera casi extinta de cultivar la tierra, es un agradecimiento por lo que esta nos depara, una conciencia de cuidado del entorno, de colaboración entre los pequeños agricultores locales a los que comprar la miel o los arándanos. Incluso en su packaging hay conciencia social, y por eso Justina de Liébana viene acompañada de bolsas y alpargatas que han sido elaboradas en Manipulados Solidarios, uno de los proyectos de la Cocina Económica de Santander, con quien ORULISA comenzó a colaborar el año pasado.

Justina decía que había que devolver a la tierra todo lo que la tierra te da, y para ORULISA, esta es la manera de devolver el agradecimiento.