LUXURY SPAIN
Castañer: de la humilde alpargata al mundo de la alta costura
El comienzo
Cuando Luis Castañer y su primo Tomás Serra decidieron tomar la senda de la confección en 1927 fundando el primer taller de creación de alpargatas de la marca en Banyoles (Gerona), poco se esperaban que, bastantes décadas más tarde, las generaciones posteriores de la firma conseguirían subir sus humildes alpargatas a lo alto de una pasarela de la moda de alta costura. Y todo, de una forma de lo más inesperada.
En los inicios, durante la Guerra Civil en España, la empresa fue nacionalizada y los soldados eran enviados al frente con sus confecciones, las tradicionales alpargatas de siete cintas («espardenyes de set vetes», en catalán). Los momentos más crudos para la firma vendrían después, tras la guerra, cuando la expansión de la industrialización muchos campesinos emigraron a las grandes ciudades en busca de trabajo y sustituyeron su sencillo calzado de esparto por zapatos más elaborados. Pero Castañer no se rindió, sabía que vendrían tiempos mejores. Había que lanzarse fuera de España.
Los 60 y 70: Castañer se expande
Como en todo, llega un momento en que toca renovarse para seguir en pie. Para Castañer, eso fue en los años 60, fruto de un relevo generacional y la consiguiente reinvención de la firma: Lorenzo Castañer e Isabel, su mujer, dan un giro al negocio y añaden un toque de color a sus tradicionales alpargatas, conviertiéndolas en el calzado mediterráneo de moda. Con ello, conseguirían cautivar la mirada de múltiples intelectuales, artistas y grandes personalidades, quienes pasarían a ser auténticos seguidores de la firma.
No obstante, el gran boom aún estaba por llegar. Un encuentro casual con el diseñador Yves Saint Laurent en una feria en el París de los años 70 sería el punto culminante de la empresa alpargatera: el modisto les pidió nada más ni nada menos que el inusitado encargo de una alpargata con cuña para su firma. Y así lo hicieron, aceptaron el reto y se convirtieron en la marca de calzado pionera de la historia en realizar este tipo de zapato. La original era una alpargata plana en blanco, negro o azul, pero Saint Laurent la quiso con tacón y desde entonces, Castañer ha ido renovándola año tras año.
Esta oportunidad les abriría muchas puertas, llevando sus alpargatas a las colecciones de las principales firmas de moda de todo el mundo, y pasando a ser un fondo de armario imprescindible para muchos. Su éxito también les llevó a abrir su primera tienda en Barcelona en el año 1994, la primera de muchas otras de las que tiene en ciudades como Madrid, París, Saint Tropez o Tokio, entre otras.
Castañer, hoy en día
Pese a que sus inicios fuesen muy arraigados a la estética campestre, en la actualidad la riqueza de estilos, patrones, suelas y empeines es muy variada y atrevida: desde botas y botines a sandalias, zuecos o los más deportivos sneakers. Además, a parte de su destreza en la elaboración de zapatos, lo que está entre sus creaciones son también magníficos complementos tales como una gran variedad de bolsos de todos los estilos, así como fulares, sombreros y otros accesorios. Todos ellos creados con la misma ilusión que pusieron en aquel primer par de alpargatas que idearon hace tantos y tantos años.
Y es que a día de hoy la familia Castañer sigue al pie del cañón con la intuición, el entusiasmo, la tradición y la artesanía que caracteriza a la firma, sabiéndose adaptar siempre a los nuevos tiempos y a las necesidades de los clientes, para que puedan seguir viendo en la firma las raíces mediterráneas y la vocación cosmopolita que hacen de Castañer una marca atemporal.