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Cavas Mestres, un clásico renovado

gourmet - 1 min de lectura
06/02/2020

Las tradicionales cavas de Sant Sadurní d’Anoia modernizan su imagen con unas estilizadas nuevas etiquetas.

Las Cavas Mestres de Sant Sadurní d’Anoia empiezan nueva década estrenando unas estilizadas nuevas etiquetas que modernizan todo un clásico del Cava, se ha querido reconocer la historia de una familia y una marca que se ha convertido, con el paso del tiempo, en los iconos de las largas crianzas.

Las antiguas etiquetas se realizaron en una época en la que los vinos actualizaban su imagen pensando en la nueva generación de consumidores. Por este motivo, el estudio creativo La Sixtina, que se ha encargado de este proyecto, decidió recuperar el lenguaje gráfico de las etiquetas históricas del elaborador que creó el primer Brut Nature.

Se ha querido “recuperar una serie de recursos gráficos de gran belleza y potencia estética», según el diseñador Xavi Martínez. Se recupera, de este modo, un heráldico que habla del apellido de la familia y una filigrana de una etiqueta histórica.

Asimismo, se ha «perfeccionado» el logotipo de la marca. Según la agencia La Sixtina, «los recursos técnicos que se han aplicado en la producción de las etiquetas y collarines nos han ayudado a proyectar esta imagen de clásico renovado que queríamos dar a la gama». En definitiva, se ha querido vestir, con este restyling, «un producto Premium, solvente y con una tradición histórica referente en el sector del Cava».

Cava Mestres

Las históricas Cavas Mestres llevan el nombre de una familia de artesanos del vino del Penedès que se remonta a 1312. La paciencia y el tiempo son los dos atributos que inspiran los cavas de larguísimas crianzas de Mestres, unos productos con vocación de regar las creaciones gastronómicas de la mejor restauración. Desde sus orígenes se persigue la excelencia de las largas crianzas con tapón de corcho natural. Desde estas cavas situadas en el corazón de la Capital del Cava se apuesta decididamente por las variedades autóctonas blancas tradicionales del Penedès. Sus viejas viñas fueron plantadas hace entre 40 y 80 años. La cosecha, siempre de rendimientos bajos, es manual y en cajas para preservar al máximo la calidad de la uva.