LUXURY SPAIN
Celebra una boda palaciega única en el Gran Meliá Palacio de los Duques
Se suele decir que una boda es uno de los momentos más importantes en la vida de sus protagonistas. Una celebración que dura apenas un día, pero que se mantendrá en la memoria de los novios para siempre. Una fecha en la que nada puede ser fruto del azar, en la que se debe cuidar hasta el más mínimo detalle.
A la hora de la organización, uno de los temas que suele dar más quebraderos de cabeza es la elección del espacio. Encontrar un escenario especial, único y que a su vez reúna todos los servicios y necesidades para una fecha tan señalada no es una tarea sencilla. Por esa razón, el hotel Gran Meliá Palacio de los Duques pone a disposición de la feliz pareja todos los ingredientes para que todo sea perfecto. Imagina celebrar una boda en un palacio del siglo XIX, un edificio que forma parte de la historia de Madrid.
Los Duques de Granada de Ega y Villahermosa, un matrimonio perteneciente a la alta sociedad de la época y grandes apasionados del arte, fueron los propietarios de este palacete señorial de 1850 en el que se emplaza actualmente el hotel. Un pedacito de historia en el centro de la capital, que todavía mantiene la esencia y la elegancia de aquel entonces. En el número 5 de la Cuesta de Santo Domingo, se mantiene la estructura original de aquel monumento, como es el caso de la magnífica escalera principal de forja y madera, su bóveda acristalada o las antiguas caballerizas, convertidas en Dos Cielos, el restaurante signature dirigido por Javier y Sergio Torres.
Gran Meliá Palacio de los Duques, miembro de la selecta asociación The Leading Hotels of the World, propone un escenario único y exclusivo para celebrar una boda irrepetible y personalizada hasta el último detalle. Su decoración e interiorismo, a cargo de Álvaro y Adriana Sans, ha sabido captar el alma de esta construcción renacentista, preservando su sofisticación y majestuosidad, pero a su vez aportando un estilo actual y renovado.
Una boda donde se cuida hasta el último detalle con un un equipo de profesionales a la entera disposición de los novios. Además de ofrecer un servicio de asesoramiento a medida para aspectos concretos de logística y protocolo, el chef Sergio Navas y su exclusivo equipo de cocina serán los encargados de diseñar la propuesta culinaria. Banquete tradicional, cocktail, o showcookings en directo son algunas de las múltiples posibilidades que ofrece este hotel cinco estrellas. Una apuesta de lujo y gastronomía, elaborada con ingredientes de primera calidad y una exquisita presentación.
Entre los servicios adicionales de Gran Meliá Palacio de los Duques también destaca un cocktail de bienvenida, a modo de cortesía, y la posibilidad de contratar peticiones más concretas y especializadas como es el caso de un Candy Bar, entre otros.
A la hora de realizar la prueba de menú, todo está diseñado para que no haya ni el mínimo fallo. “Se prepara una mesa en nuestro exclusivo restaurante y vinoteca franco-español Montmartre 1889, sumergiéndoles en un viaje a la ciudad del amor, con los platos y vinos elegidos para el día de la boda. A su llegada al hotel serán recibidos por la persona responsable de su boda, que les presentará al maître del hotel y a nuestro Chef, quien al inicio de la prueba de menú explicará la composición del mismo. Posteriormente, esperamos los comentarios y opiniones de cada plato para una revisión posterior, para proponer alternativas que se adapten así como para resolver posibles dudas”.
Asimismo, la marca Gran Meliá Hotels & Resorts cuenta con una extensa variedad de hoteles con maravillosos espacios e instalaciones para la celebración de bodas, eventos de cualquier índole o una luna de miel de ensueño, disfrutando de experiencias irrepetibles en los destinos más deseados del mundo. Desde el hotel Gran Meliá de Mar, que reúne toda la esencia del Mediterráneo gracias a sus extensos jardines y las mejores vistas de la costa mallorquina, destinado a las bodas más chic y sofisticadas, solo para adultos; hasta al lujoso Gran Meliá Don Pepe en Marbella, en plena Costa del Sol. Y por supuesto la joya de la corona, Gran Meliá Rome, el único resort urbano con jardines que mira al Vaticano y a los espectaculares paisajes de la Villa Agrippina.